Nos hemos dado cuenta en +Qcomunidades que con la llegada del frío las humedades nos pueden llegar a jugar una mala pasada. ¿Por qué? Resulta que la sensación térmica corporal baja en estas fechas y las personas tenemos frío en nuestras viviendas, así que subimos los grados del termostato de la calefacción.

Las previsiones de este otoño dicen que tendremos que utilizar el paraguas más de lo normal, ya que se esperan bastantes precipitaciones en esta época del año. Las lluvias suelen ser una de las causantes de las goteras y las humedades (cuando un edificio no está previsto de la correcta impermeabilización).

Los problemas que se derivan de las humedades son varios que van desde los malos olores, aparición de moho, manchas en paredes, techos…hasta en ocasiones problemas respiratorios.

Pero lo más preocupante para la factura es el incremento del coste que pueden suponer estas irregularidades, ya que llegan a incrementarla hasta en un 30%.

Para evitar la aparición de goteras debemos de tomar diferentes medidas, como por ejemplo mantener de manera correcta las cubiertas y azoteas. Si las impermeabilizaciones son antiguas tenemos que rehabilitar de manera integral las zonas que están afectadas. Además se tiene que sostener los niveles de humedad ambiental entre un 40% y 60% dentro del edificio, especialmente en baños y cocinas, así de esta forma evitaremos las condensaciones.

Como dato a tener en cuenta las viviendas construidas antes de 1979 tienen que revisar si tienen aislamiento térmico y de qué tipo es, ya que a partir de ese año es cuando entró en rigor la ley de incorporar el aislamiento térmico como elemento constructivo.

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Fuente: Nueva tribuna